Magdalenas de agua de rosas

Supongo que el Diógenes despenseril es hereditario porque si un rasgo compartimos en mi familia materna, es la de volver con la maleta llena de especias, condimentos y cualquier cosa a la que se hinque el diente, sea donde sea el lugar que hayamos visitado. Cuánto tardemos en utilizarlo es otro cantar. Pues bien, hace…