Magdalenas de agua de rosas

Supongo que el Diógenes despenseril es hereditario porque si un rasgo compartimos en mi familia materna, es la de volver con la maleta llena de especias, condimentos y cualquier cosa a la que se hinque el diente, sea donde sea el lugar que hayamos visitado.
Cuánto tardemos en utilizarlo es otro cantar.
Pues bien, hace unos años mi madre viajó a China y de regreso, entre otras muchas cosas, trajo unas bonitas cajas de cartón rizado con caracteres dorados que contenían capullitos de rosa, para infusiones, me imagino.

No soy aficionada a las “agüitas” como las llaman en los culebrones, pero sí a los dulces.
Estas magdalenas están a medio camino del cupcake. No tienen copete, pero tampoco están coronadas por una rica y vistosa crema coloreada, sino simplemente por una suave capa de agua de rosas.
A mí me gustan especialmente para acompañar un té de vainilla, por ejemplo, pero también se podrían remojar en un café con leche… o un Cola-Cao si tenemos un día salvaje.

Cuando Manu Catman propuso celebrar el segundo aniversario de su blog, Cocinando con Catman, con un concurso de recetas en las que estuviesen presentes las flores enseguida pensé en estas magdalenas, así que con ellas participo.

 

 
Para 12 magdalenas pequeñas

Las magdalenas
1 huevo
50g de pétalos de rosa deshidratados
1 cucharada de agua de rosas
225g de harina
110 ml de leche
1 cucharada de aceite
2 cucharadas de impulsor (levadura de sobre)
60g de azúcar
4 cucharadas de mantequilla a temperatura ambiente
 
Encendemos el horno  a 180˚ y precalentamos. Disponemos las cápsulas en una bandeja para magdalenas o en moldes de silicona individuales.
En un lebrillo mezclamos el huevo con el azúcar hasta formar una pomada con ayuda de unas varillas. Añadimos la mantequilla, el aceite y el agua de rosas. Mezclamos, y vamos añadiendo la leche.
Cogemos los pétalos y, con las yemas de los dedos, los rompemos un poco al tiempo que los agregamos a la mezcla.
Seguidamente, añadimos la harina en tres tandas, en la última también el impulsor. Entre adición y adición de harina procuramos que haya ligado bien con la mezcla antes de agregar nuevamente.
Llenamos las cápsulas (3/4 aproximadamente) y horneamos durante unos 15 minutos o hasta que al introducir un palillo en el centro este sale completamente limpio.
Dejar enfriar sobre rejilla. Mejor extraerlas cuanto antes mejor de los moldes para que no queden muy húmedas por efecto de la condensación.

La glasa
1 cucharada de agua de rosas
100g de azúcar glas
2 cucharadas de agua aproximadamente

 

Ponemos en un bol el azúcar glas y el agua de rosas y mezclamos. Añadimos agua poco a poco hasta formar una pasta homogénea, pero no líquida.
Cubrir con una cucharadita de glasa el centro de la magdalena. La gravedad hará el resto, esparciéndose hacia los lados hasta que, al contacto con el aire haga que se solidifique levemente.
Antes de que se seque, decorar con pétalos o bien con los capullos enteros.

 
 

8 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Manu CatMan dice:

    Ohhhh!!! que me encantan!!!! y mucho!!! que monada !!!muchísimas gracias Lidia!!!Un abrazote enorme… y mucha suerte!!! Ya sabes en nada, comienzan las votaciones!!!

  2. Que delicia de magdalenas con ese toque a rosas. Mucha suerte y besos

  3. ¡Ahí estamos navegando por todos los participantes!

  4. ¡Gracias! la verdad es que me apetece hacer más cosas con el agua de rosas, pues el resultado es muy delicado.¡Un saludo!

  5. Juana dice:

    Jajaaaa!!!! Diógenes despenseril 🙂 veo que nos parecemos mucho guapa!!!!Encantada de conocerte a ti y a tus lindas magdalenas!Eres muy graciosa y tu blog es precioso!!!!Seguimos en contacto!!!!Musssss:)

  6. luisa dice:

    estas magdalenas pintan muy bien. Suerte.

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