Un día de playa

    Mis días playeros nunca han incluido chiringuitos, es más, para mí, una playa sin ellos es un valor añadido, porque es sinónimo de la tranquilidad y «virginidad» que se pierden con la música de fondo y la alineación de hamacas y sombrillas. Por ello mismo, también implican cargar con una neverita y un…