Magdalenas de agua de rosas

Supongo que el Diógenes despenseril es hereditario porque si un rasgo compartimos en mi familia materna, es la de volver con la maleta llena de especias, condimentos y cualquier cosa a la que se hinque el diente, sea donde sea el lugar que hayamos visitado. Cuánto tardemos en utilizarlo es otro cantar. Pues bien, hace…

Muffins de fresones con nata

  Lo mío con las fresas responde al síndrome del que come con los ojos. Su color y aspecto me atraen, me invita a pegarles un mordisco, mordisco que imagino jugoso en los labios y tremendamente dulce… pero nunca ha sido así. Su punto de acidez y la textura de las semillitas al morder hacen…

Magdalenas de pera y nueces

Uno de los grandes placeres –que a mi parecer- nos depara nuestra humana existencia es mojar. Un bizcocho, unas tostadas o unas magdalenas carecen de sentido -para mí- si no hay una taza de leche con Cola-Cao o de chocolate al lado donde mojarlas. Aunque una siempre se lleva sorpresas, como la de hace algunos…