Uno de los grandes placeres –que a mi parecer- nos depara nuestra humana existencia es mojar.
Un bizcocho, unas tostadas o unas magdalenas carecen de sentido -para mí- si no hay una taza de leche con Cola-Cao o de chocolate al lado donde mojarlas. Aunque una siempre se lleva sorpresas, como la de hace algunos fines de semana cuando, para aprovechar unas peras que comenzaban a pocharse en mi cocina, decidí hacer unas magdalenas. Estas salieron, no sólo gustosas, sino también muy jugosas. No eché de menos el Cola-Cao ni el chocolate, es más no las tomé de desayuno ni merienda, sino de postre.
6 unidades
117g de harina
1 cucharadita de café de levadura en polvo
½ cucharadita de café de bicarbonato sódico
2 peras medianas
8 cucharadas de sopa de aceite de oliva
60g de azúcar
½ cucharadita de vainilla azucarada
1 huevo batido
2 cucharadas de sopa de queso blanco batido
25g de nueces picadas
Pelar las peras, descorazonarlas y rallarlas muy finas, excepto media, que reservaremos para decorar las magdalenas.
Precalentamos el horno a unos 200°.
Batir el aceite con el azúcar hasta formar una pomada. Añadir el huevo batido y la vainilla mientras seguimos batiendo. A continuación agregamos el queso blanco y la pera rallada. Mezclamos la harina con la levadura y el bicarbonato y procedemos a ir añadiéndolo a la mezcla anterior poco a poco, mientras seguimos removiendo. Por último agregamos las nueces picadas.
Repartimos la masa en las cestitas para magdalenas, cortamos en finas láminas la media pera que habíamos reservado y las vamos colocando sobre ellas. Horneamos unos 20 minutos. Las magdalenas estarán listas cuando al pinchar en el centro no quede masa pegada en el pincho y su color sea doradito.
Ufffff, gran plato. Todo lo Oriental me encanta. Sigo tu Blog desde hace poco y me encanta. Ya tengo ganas de hacer tu bizcocho sifón de aguacate y este pescado cae fijo. Enhorabuena.
¡Gracias Antonio, espero que te gusten en tres dimensiones!