En ocasiones, repasando mi recetario mental, me doy cuenta de que probablemente sin cebollas yo no sería nadie en la cocina. Supongo que no exagero si digo que el 90% de mis pociones se inician con el pelado de una cebolla. En temporada, compro cebollas tiernas de forma compulsiva para utilizar en crudo en ensaladas, sopas, bocatas… ¿es una enfermedad, doctor?

480g de cebolla cortada a medias lunas

335g de pulpitos limpios
3 cucharadas de sopa de azúcar moreno
½ cucharadita de canela molida
4 cucharadas de sopa de caldo de pescado suave
1 cucharada de aceite de oliva

Ponemos a calentar una sartén con el aceite de oliva. Cuando esté bien caliente, tiramos la cebolla cortada. Removemos bien y bajamos a fuego medio. Vamos removiendo de cuando en cuando y, con paciencia, dejamos que se rehogue bien. Cuando ya esté bien pochada, empezando a coger colorcito, le añadimos el azúcar y la canela, removemos bien y dejamos que caramelice, pero sin que la cebolla pierda carnosidad.
En una plancha bien caliente, tiramos los pulpitos y cocinamos durante unos 5 minutos. Pasado ese tiempo los añadimos a la sartén con la cebolla (si han soltado agua, escurrirlos) y removemos para integrarlos con la cebolla caramelizada. Agregamos el caldo de pescado, para que adquiera un poco de humedad y tras dos minutos está listo para servir.