Tiramisú de pepino y queso feta y ¡Felíz día del pepino!

 

La senadora de sanidad Cornelia Prüfer-Storcks, que tanta prisa se dio en acusar al pepino -no cualquier pepino, sino el pepino español-, ahora se muestra más cauta en sus conclusiones -ahora parece que son brotes de soja alemanes-, pero tibia a la hora de desagraviar por el daño ocasionado al sector agrícola de España.

Pero no sólo en Europa se cancelan pedidos y bajan ventas, también hay recelo dentro de nuestro país. Comentando la iniciativa del #diadelpepino (la red apoyando al pepino español publicando recetas en blogs y redes sociales) con un frutero en el Mercat de l’Olivar (Mallorca), éste reconocía que las consecuencias de la crisis para productores como él -que no se centra en un sólo producto- no eran comparables con los de Almería, que dedican grandes extensiones de cultivo al pepino. A pesar de todo, había notado un descenso de la demanda.
Soy consciente que el pepino tanto genera amor como auténtico desprecio -tanto que al melón insípido se le tacha de pepino-, pero a mí siempre me ha gustado. Tanto, que en mis visitas a Turquía, Grecia o Chipre me pegaba unos equilibrados desayunos a base de queso con pepino, costumbre que extendí a los almuerzos campestres veraniegos durante largo tiempo.
En un principio, pensaba preparar un clásico en mi nevera estival, una sopa fría de pepino, o el condimento imprescindible para los perritos calientes en casa: unas rodajas finas de pepino encurtido al momento con azúcar y puré de jengibre.
Pero como el #pepinosday es todo un evento, se merece una propuesta especial.

Para 4 vasitos
La crema de pepino


180g de pepino pelado
1/2 diente de ajo
2 cucharadas soperas de aceite de argán
1 limón
1 pizca de sal

Introducir en el vaso americano el pepino troceado, el ajo, el aceite de argán -o de oliva, por supuesto-, la sal y el zumo del limón. Procesar hasta que quede una crema suave. Enfriar en la nevera.

La crema de feta

120g de queso feta
1/4 de taza de leche
2 cucharaditas de eneldo fresco

Introducir en el vaso de la batidora de brazo el queso, el eneldo y la leche. Batir hasta formar una crema sedosa, pero más espesa que la anterior.

El montaje

Alternar en un vasito las dos cremas, empezando y acabando con la crema de pepino. Para dar un contrapunto dulce y de color, he coronado con papaya deshidratada laminada.

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