Pues bien, la última vez que me ocurrió fue, cuando convencida de preparar un teriyaki para acompañar un tataki de atún, me percaté de que no tenía sake y los granos de sésamo negro que tanto me gustan también se me habían acabado.

El deseo fue más poderoso, así que acabé tirando de vino blanco, un poco de aceite de sésamo y ya que estábamos, decidí sustituir el azúcar por la miel. La verdad es que disfruté muchísimo del tataki, es más, aún me relamo los bigotes.
Decidí repetir la salsita para preparar un salmón soasado, de cuyas sobras acabé haciendo un tartar que también estaba riquísimo.
Para acompañarlo los irresistibles pepinos mini a los que soy adicta en esta época. Son super crujientes y tiernos, una maravilla. Sólo hay que abrirlos por la mitad ponerles un poco de sal, unas gotitas de aceite de oliva virgen extra y, si se tiene a mano, eneldo fresco.

Puede que sea un poco pesada con la flor de sal d’Es Trenc, pero es que entre la veintena de sales que tengo, es la que acabo utilizando con más frecuencia y la Flor de Sal d’Es Trenc Orange&Chili parece que se hace expresamente para estos pepinitos.

El teriyaki de ir por casa
½ taza de salsa de soja suave
¼ de taza de vino blanco seco
2 cucharadas de miel
1 cucharadita (de café) de aceite de sésamo
1 cucharadita de vinagre de arroz

300g de salmón fresco sin espinas ni piel
2 cucharadas de sésamo blanco

Podemos cortarlo en raciones para luego filetear o hacerlo de una sola pieza.
En un platito disponemos el sésamo  en una capa y reservamos.
Colocamos una sartén o plancha en el fuego bien vivo con unas gotitas de aceite de oliva.
Pasamos el salmón por la plancha por los 4 lados, no más de 40-50 segundos.
Rápidamente colocamos la parte superior sobre el sésamo.
Fileteamos y servimos bañado con la salsa o con salsera aparte.

Unos 2-3 pepinitos por persona
Flor de Sal
Aceite de oliva virgen extra

Los lavamos y cortamos por la mitad.