Me encantan los calçots, aunque no todos los años tengo la oportunidad de comerlos. Algún año he ido a Valls, pero no he conseguido que ningún nativo me invite a su torre (la caseta que diríamos en Mallorca) a una calçotada auténtica.
Vinieron unos amigos de Canarias y vi la oportunidad perfecta de que experimentaran la catalanidad en Calçots&Cabaret. Realmente iba a ciegas, ya que es la primera vez que se celebra esta iniciativa, pero me pareció divertido cenar calçots en Montjuïcviendo un espectáculo de marionetas.
Llegar fue toda una aventura pues, aunque el lugar del evento –La caseta del Migdia– es sobradamente conocido, siendo noche cerrada Montjuïc se convierte en un oscuro laberinto. Al llegar, Marc Ros -alma de la caseta- nos recibe con un babero más que provocativo y especial para la ocasión (que se repetirá cada jueves hasta el 28 de abril) y en la entrada, a su lado, estaban ya en la parrilla los calçots cogiendo su punto. Marc, aparentemente contento por la acogida de la propuesta, nos explicó que había ido él mismo a los payeses que venden en el mercado de la Boqueria a comprarlos, al igual que la butifarra que completaría el menú junto con el pan con tomate.
En resumen, calçots hasta decir basta, con salsa romesco -por supuesto-, butifarra con pan con tomate, cervecita Moritz y vino de porrón. Todo ello mientras SOS Titelles arrancaba carcajadas de principio a fin, eso si uno no estaba demasiado concentrado quitando los pellejos del calçot, con el Cabaret de Can Baret. Todo en un ambiente la mar de familiar: mesas con banco corrido con hule, vajilla de plástico y lámparas de camping.
¡No sólo de delicatessen e innovación vive el hombre, también de experiencias auténticas!
Calçots&Cabaret
Menú con 2 bebidas: 19 euros
Calçots con su Romesco
Botifarra
Pan con tomate
Brazo de Gitano de nata
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934 235 434