El martes pasado pensé estar en el paraíso, al sentir los cálidos rayos del sol abriéndose paso entre las ramas cuajadas de flores de unos increíbles almendros durante la comida homenaje a estos árboles que celebra cada año Ametlla+, una marca de productos a base de almendras mallorquinas.
Para completar la bella estampa: el mar de fondo, ovejitas balando y el zumbido de las afanosas abejitas. Todo ello en Can Reche, una pequeña finca que responde al sueño que un día tuvo José Luis Reche, y de la que ahora, tras mucho trabajo, habla bien orgulloso.
Volviendo a Ametlla+ -de la que ya hablé cuando propuse la receta de Zanahoria morada salteada con panceta – las cinco socias que la componen van poco a poco y con buena letra, pero no dejan de trabajar. No sólo para consolidar la marca, sino para conseguir uno de los objetivos en que se basa el proyecto: preservar y recuperar el paisaje tradicional de Mallorca.
Además de los condimentos, las almendras aromatizadas y el aceite de almendra tostada prensada en frío, ya han puesto la maquinaria en marcha para poder ofrecer la temporada que viene las rutas de los almendros en flor, en las que turistas y locales podrán conocer más de cerca la floración de estos árboles y la importancia que tienen en nuestro entorno.
Es curioso que las instituciones en su momento no prestaran atención ni apoyo a esta iniciativa que, a mi juicio, puede ayudar a frenar el abandono de los campos de almendros, provocado por el bajo precio al que se paga la almendra al productor.
Disfroodtona 