Los fines de semana siempre me gusta hacer una comida a base de picoteo. Pueden ser las clásicas tapas que resultan de los pequeños tápers acumulados en los últimos días, de limpiar el cajón de la verdura o bien de la indecisión ante el puesto del pescado (“deme un puñadito de tellinas… y un puñadito de pulpitos… y unas huevas”…)
Casi siempre intento completar el festival con alguna ensalada o, simplemente, un aguacate aliñado. Es algo así como una compensación a lo que parece una manera de pecar -ya se sabe, chipironcitos rebozados, huevas con tomate acompañadas de crujiente pan, croquetas…-
Pero hoy he dado con una combinación que, sin pretenderlo, se ha convertido en la protagonista -por encima de unas tellinas a la plancha y un txangurro- y que creo repetiré a menudo.
Daditos de pepino bien acompañado
1 pepino
½ cebolleta
5 tomates secos (en realidad son mitades)
50 gr. de queso feta
Nueces
Cilantro fresco
½ limón
Aceite de Argán
Cortar a daditos el pepino, picar fino la cebolleta y poner en remojo en agua fría, contra más tiempo lo dejemos más terso quedará el pepino. Escurrir bien y poner en la ensaladera. . Aliñamos con ralladura de la piel del medio limón y su zumo, el cilantro picado, aceite de argán y sal. Añadir el tomate seco cortado a tiras finas, las nueces picadas y el queso feta desmenuzado.