Gambas rojas almendradas con alloli de ajo asado y azafrán

Una de las cosas que echo más de menos de Mallorca es observar los cambios de estaciones a través de los almendros, la emoción de ver los primeros árboles floridos a finales del mes de enero – aunque con el tiempo tan loco que hace haya variado un poco-.
Una flor efímera que podría perderse de nuestros campos a consecuencia de la caída del precio de la almendra que la condena a no ser recogida y – por tanto- a descuidar los árboles que tan fabuloso espectáculo nos proporcionan.
Ahora lo que fueron flores son verdes almendrucos, un fruto velludo verde, en cuyo interior aún no se ha formado la dura cáscara y en cuyo corazón late ya la almendra, de textura tierna y acuosa que me encantaba comer de pequeña, a pesar de las advertencias sobre el dolor de tripa que me podía acarrear si comía demasiadas.
Crujiente, fresca al primer mordisco, áspera cuando la lengua contactaba con el pellejo del fruto ¡me comería una ahora mismo!
Afortunadamente, frente a ese abandono de los campos de árboles – una pena por su incalculable valor paisajístico- van apareciendo empresas que trabajan a contracorriente para dar a conocer y revalorizar la almendra de Mallorca, incluso entre los mismos mallorquines, como producto gourmet y de calidad.
Para un buen entrante para 2 personas o pequeño picoteo para 5
El alloli
7 hebras de azafrán
1 cabeza de ajos
1 huevo
1 taza de aceite virgen extra
Partimos por la mitad la cabeza de ajos, las ponemos sobre papel de plata y regamos con un hilillo de aceite de oliva. Añadimos las hebras de azafrán y hacemos un paquetito doblando los extremos varias veces sobre sí mismos para que quede bien sellado. Horneamos a 180º durante una hora.
Quitamos las pieles de los dientes de ajo y los metemos en el vaso de la batidora de brazo junto con el azafrán, el aceite y el huevo con una pizca de sal. Introducimos el brazo de la batidora hasta que toque el fondo y batimos sin realizar ningún movimiento para que no se corte. Batimos hasta que no veamos rastro de aceite.
Las gambas

 

10 Gambas rojas

¾ taza de almendra picada (la textura sería como la de la galleta picada o el pan rallado)
1 clara de huevo
Pelamos las gambas conservando la cola y la cabeza.
Disponemos la harina de almendra en un platito y batimos las claras en un cuenco con una pizca de sal para que se rompan. Mojamos cada gamba en la clara de huevo, la rebozamos en la harina de almendra y repetimos la operación.
En una sartén, ponemos un dedo de aceite de oliva y calentamos sin que llegue a humear y freímos las gambas a fuego medio para que no se tuesten demasiado. Dejamos escurrir para deshacernos del exceso de aceite, si es necesario, sobre papel de cocina.
Servimos acompañado del alloli de ajo asado y azafrán.

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