Muchas veces prefiero vivir en la más profunda ignorancia… si se trata de comida.
No hay nada peor que estropear un gran momento gustativo pensando “con toda esta mantequilla o esta nata debe engordar que da gusto”.
Y de ese trago nadie te libra cuando eres tú el que cocina, así que, por temor a la mala conciencia, me veo avocada a hacer probaturas más ligeras libres de remordimiento que –para qué negarlo- son infinitamente menos cremosas, menos ricas y bajamente orgásmicas… aunque ayudan a matar el gusanito en cuestión.
Más o menos es lo que me pasó cuando compré la heladera. Escogí una receta de helado de chocolate que estaba buenísimo pero, una vez vacío el bol, todas las yemas, la nata, el azúcar y leche me pesaban como una losa ¡algo que no me pasa al acabar con el Ben & Jerry’s o el chocolate jamaicano de Ca’n Miquel.
No por ello iba a arrinconar la heladera, ni mucho menos, así que el siguiente helado de chocolate fue más comedido: chocolate y un buen cacao Valrhona, leche desnatada y algo de azúcar. Vuela del congelador incluso más rápido que la bomba con la que me estrené.
Basándome en esa receta de helado libre de pecado, decidí unirme al #diadelcafé con una receta refrescante de carajillo de Crema Gran Duque de Alba –que podría ser sustituido por Baileys-.
El resultado está entre el sorbete y el helado, muy refrescante y volátil. Aunque no sea cremoso, gracias al alcohol, permanece blandito tras una semana en el congelador.
Nota para navegantes mal pensados: como es la segunda receta que contiene Gran Duque de Alba alguno puede pensar que hay intenciones ocultas, vamos, que me llegan cajas a la puerta. No es así, es más sencillo de lo que parece: desde que entró en mi casa en una cesta de navidad ganó nuestros corazones y eso que no le dimos la oportunidad hasta muuuuuchos meses después.
Para casi 1l de helado
150ml de café espresso (4 cafés)
125ml de Crema Gran Duque de Alba
500ml de leche desnatada
125g de azúcar
Disponemos la leche con el azúcar en un cazo y calentamos hasta que el azúcar se disuelva (no importa que llegue a hervir). Reservamos.
Hacemos el café. En este caso hice dos tandas de dos tazas con la cafetera de espresso. Ni muy largos ni muy cortos, como si fuera el de después de comer. Mezclamos con la leche y dejamos templar.
Cuando esté temperatura ambiente introducimos en un recipiente hermético junto con la crema Gran duque de Alba. Introducimos en el congelador durante tres horas.
Montamos la heladera y la ponemos en marcha. Con un cucharón vamos echando en el interior la mezcla sin prisa, pero sin pausa. Dejamos girando durante 40 minutos o cuando la mezcla haya espesado y doblado volumen.
Rápidamente, extraemos con ayuda de una espátula de madera e introducimos en el mismo recipiente hermético en el congelador.
Si no tenemos heladera congelamos una hora preferiblemente en un recipiente de aluminio tapado, batimos enérgicamente (o con batidora) para romper los cristales y devolvemos al congelador por otros 45 minutos y así hasta conseguir la textura que más nos convenza o hasta que nos rindamos (pero mínimo 4 veces).
Otras propuestas en la blogosfera:
Carajillo desde Rusia con amor – Pasar del Aire
Helado de café con sirope de chocolate – Pasar del Aire
Helado de café, almendra y cacao en tulipa de chocolate – Delantal o mandil
Magdalenas de café moca – Una enfermera en la cocina
Café Irlandés – Cangrejo grande
Galletas de capuccino – ¿A qué huele mi cocina?
Flan de café y galletas – Cuisine 4 you
Pastel de chocolate y café – Magdalenas de chocolate
Tarta helada de tiramisú – Los blogs de María
Iced capuccino – In my little kitchen
Lo mejor de Directo al Paladar para #eldiadelcafe – Directo al paladar
Mousse rápida de café – Directo al paladar
Cóctel de café – Aroma de café
Soufflé de carajillo de Baileys – Chafardeando en la cocina
Café Liégeois – Estilo Fiona
Crepes al café – Fácil, rápido y sano
Solomillo asado, marinado con café y especias – Cocinando con Catman
Flan de café y nata – La cocina divertida
Frappuccino o Mocha caramel Frappé – Comoju
Helado de café con crema – The Spanish food
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Vasitos de tiramisú – Espe Saavedra en la cocina
Polo de café irlandés – La cocina de las casinas
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Brownie de café y chocolate con nueces pecán y granizado de café – Las recetas de la familia Tartufo
Pastel de café y nata – Mis utensilios de cocina
Crema de café – Las Rezetas de Carmen
Tiene muy buena presencia y muy buen color. Se ve muy cremoso y seguro que esta sublime con este Gran Duque de Alba. Buena aportacion para #diadelcafeUn Abrazo, Agustí Cangrejo Grande
Gracias por el comentario, Agustí. La verdad es que la crema esta es un vicio contagioso…Saludos!
Otro helado para este día!!! Lo probaré porque estos carajillos me encantan!
yo creo que es porque gestamos las ideas en plena ola de calor… ;-P ¡No podía pensar en otra cosa!Saludos y gracias por la visita.
Hola guapa! este sorbete tiene una pinta estupenda, con carajillos como este uno estaria todos los días. Besos
pues la verdad es que sí, yo ahora hasta que se acabe, la dieta del carajillo…¡saludos!