Que me encantan las alcachofas, no solo para comer, sino como elemento vegetal en todos sus estadios, resulta evidente cuando, en vez de meterlas en la nevera al llegar a casa, acabo colocándolas en bonito plato como centro de mesa o incluso en un jarrón.
El caso es que pasan los días, y las alcachofas van cambiando pero no te gritan “¡que se me pasa el arroz, guapa!” y sus hojas exteriores se secan hasta parecer fósiles y piensas que no hay remedio ni buen fin para ellas… pero no. dentro encuentras un tierno corazón protegido como un tesoro, lo cual no quita que esa alcachofa ya está un poquito vieja para hacerla según como.

La otra mañana estuve dando una vuelta por Taste of home, la cadena de productos americanos, que abrió hace relativamente poco en Palma y, de reojo, vi que había un dip de alcachofas con espinacas y se ve que me quedé con el concepto, pues, al llegar al casa y ver esas tristes cuatro alcachofas al lado de un limón, no me lo pensé dos veces: fuera hojas secas y viejas, un afeitadito rápido y, voilà, un delicioso dip de aperitivo o como base de una tostadita.

Entre tanto, contando los días para el 1er encuentro de blogs gastronómicos de Baleares, que traerá a Mallorca blogueros de las 4 Islas el día 1 de junio y que promete, y mucho.

Para 4 personas

100g de alcachofas hervidas (unas 4 sin las hojas exteriores, ni corona y el tronco pelado)
½ cucharada de yogur griego
El zumo de medio limón
¼ de taza de almendras peladas tostadas
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
1 diente de ajo pelado
Sal
Pimienta

Con la batidora de brazo, hacemos un puré fino de las alcachofas y el ajo.
A continuación, agregamos en el vaso las almendras, el aceite, zumo de limón, sal y pimienta y volvemos a batir hasta que las almendras queden picadas, aunque queremos que se note el grano.
Por último, añadimos el yogur griego y removemos con una cuchara hasta que quede bien ligado.
Disponemos en un bol y servimos con totopos, doritos, endivias o crudités.