Por la mañana ya había sacado caldo del congelador y, al abrir el cajón de las verduras, me encontré una bolsita con algunas hojas de albahaca que necesitaban urgentemente un destino digno –un día más y hubiera sido el cubo de la materia orgánica-. Un piloto automático se encendió en mí, así que las lavé y dejé en remojo, en stand by.
1 puñado de garbanzos precocidos
1 cebolleta
1 aguacate
2 cucharadas de queso parmesano reggiano rallado
Una pizca de pebrella
Una pizca de mejorana
Sal
Poner a hervir el caldo con los garbanzos. Mientras rompe a hervir majar en el mortero el ajo con la albahaca y un poco de sal. Cuando esté hecho una pasta agregar el parmesano y reservar (originalmente lleva aceite, pero como la sopa lleva aguacate he preferido no poner más grasas).
Una vez hirviendo el caldo, echamos los galets, la pizca de mejorana y la de pebrella. Pelamos y troceamos a cubitos el aguacate. Desechamos las hojas exteriores de la cebolleta, cortamos a medias lunas y la lavamos. Añadimos (habrán pasado unos 2 minutos desde que tiramos los galets) al caldo la cebolleta, el aguacate y la mitad del pistou. Cortamos en 4 trozos cada mitad de tomate seco y, a falta de 4 minutos lo añadimos a la cazuela. Probar y corregir de sal. Cuando la pasta esté lista, servir y añadir el resto del pistou.